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Aunque, actualmente, todas estas sustancias están fuertemente prohibidas y se persigue a sus distribuidores, la situación fue muy distinta antes de que se tomaran medidas legales y se fueran demonizando socialmente. Vinos, medicamentos, jarabes para niños, Coca Cola… La variedad de productos que contenían estas drogas era muy amplia y eran de consumo general en la población.
Sin embargo, conforme se fueron conociendo mejor sus efectos y surgieron ciertos intereses económicos fueron desapareciendo poco a poco, hasta quedar sólo algunos vestigios que han sobrevivido milagrosamente hasta la fecha.
Veamos los productos que existían antes de la prohibición de las sustancias psicotrópicas con gran cantidad de imágenes:
La prohibición de las sustancias psicoactivas ha evolucionado gradualmente en los Estados Unidos y en Europa. El láudano, un preparado con opio, había estado disponible por todos lados desde el siglo XVIII. La morfina, la cocaína e incluso la heroína se veían como curas milagrosas cuando fueron descubiertas por primera vez.
Durante la mitad y final del siglo XIX, muchos fabricantes proclamaban orgullosos que sus productos contenían cocaína y opio. Unos pocos, como el Jarabe Calmante para niños de la Señorita Winslow que contenía cocaína, tenían más reparos en divulgar sus principales ingredientes. A principios del siglo XX, los problemas con el uso habitual de la cocaína y los opiáceos fueron siendo cada vez más aparentes.
Esto condujo a la desaparición de estas sustancias de algunos productos (E.j.: Coca Cola) y a la introducción del Decreto de “Pura Comida y Droga” (1906) en los Estados Unidos que requería la lista de ingredientes en las etiquetas de los productos. Sin embargo, los remedios narcóticos estándar como la tintura de opio, todavía estaban disponibles a principios del siglo XX y los inhaladores de Benzedrina (un tipo de anfetamina) se comercializaban sin receta hasta principios de los años 50.
Sin duda, entre los múltiples y curiosos productos que vendían por aquella época, destaca el Jarabe para Niños de la Señorita Winslow (si aquí se hubiera vendido en el botiquín “de la Señorita Pepis” unas décadas antes, habría hecho furor).
Era una indispensable ayuda para las madres y las encargadas de cuidar a los niños. Contenía 65 mg. de morfina por 28 gramos de jarabe y calmaba con eficacia a los bebés que no descansaban y a los niños pequeños. Probablemente, también ayudaba a las madres a relajarse después de un duro día de trabajo. La Compañía usó varios medios para promocionar su producto, incluyendo libros de recetas, calendarios y tarjetas.
Aunque este adorable anuncio de un producto con cocaína dirigido a niños también se las trae:
Se suponía que era para calmar el dolor, pero después de tomarlo los niños terminarían con unas ganas de fiesta y una hiperactividad que, sumada a la que ya suelen tener a esa edad, los convertirían en pequeños seres incontrolables.
www.cocaina.es Enero 2009