Para el paciente es muy importante la información recibida por parte del personal del equipo de desintoxicación, ésta debe ser suministrada en términos adecuados y comprensibles con el fin de aclarar todas las dudas existentes respecto a su enfermedad y sobretodo darle a entender y que reconozca su situación de adicto a la cocaína.
Es llamativa la escasa percepción de los pacientes respecto a su adicción y en general del riesgo que se registra en la población consumidora de cocaína en nuestro país; la mayoría de consumidores no se ven como adictos, ni ven a la cocaína como excesivamente peligrosa.
La persona adicta al consumo de cocaína minimiza los graves efectos del consumo de drogas sobre la salud porque no son visibles en él a corto plazo y porque, en general cuando aparecen, la mayoría de las veces no se atribuyen directamente al consumo de cocaína. Los consumos limitados a los fines de semana contribuyen también a considerar su uso como fácilmente controlable.
El equipo de desintoxicación valorado como idóneo, será aquel que no sólo responda al perfil de profesionales en la habilidad de tratar una enfermedad como la adicción a la cocaína, sino también preste atención al paciente adicto y se muestre receptivo a la información que éste ofrece, además de brindar una información inteligible del problema de la drogadicción.
El paciente no sólo padece una enfermedad de adicción, sino que también cuenta cómo se siente, comenta sus tristezas e incertidumbres y los cambios experimentados en su cuerpo a causa de su adicción. Observar y sobretodo escuchar al paciente es asumirlo como interlocutor válido de comunicación, posibilitando una acción (comunicativa) propicia en la forma de dar razón de algo y no sólo como receptor pasivo de su tratamiento. De ese modo el paciente podrá expresarse de forma abierta y sincera acerca de sus necesidades e inquietudes.