Cuando usted toma cocaína, ésta pasa a circular por su torrente sanguíneo, llegando a aquellas áreas del cerebro que generan la sensación de placer. La cocaína bloquea aquellas zonas donde una de las principales sustancias que regulan el estado de ánimo, la dopamina, es reabsorbida cuando no es utilizada en el espacio intersináptico (espacio entre cada conexión neuronal).
Como esta dopamina no es reabsorbida, este exceso sigue actuando y estimulando a las neuronas, entonces es cuando el cerebro engañado por este artificial exceso de dopamina envía señales para que su fabricación disminuya, sin saber que realmente lo que ocurre es otra cosa, no es que se fabrique mucho, sino que la cocaína provoca un aumento artificial de dicho neurotransmisor.
Por eso si se deja de consumir cocaína durante un periodo de desintoxicación, el cerebro se encuentra poco estimulado para elaborar dopamina y tarda un tiempo en volver a la normalidad, durante el cual aparecen síntomas de depresión, ansiedad, agresividad…, es decir, sensaciones completamente contrarias a la función placentera de la dopamina.
En HPsis aconsejamos realizar un tratamiento de desintoxicación de cocaína bajo supervisión médica, a diferencia de otros tratamientos de desintoxicación, sólo en algunos casos se interviene farmacológicamente, con objeto de minorar todos estos síntomas negativos que favorecen las recaídas. Es decir, si durante la desintoxicación el paciente en tratamiento se encuentra en mal estado general, particularmente anímico, tenderá a recordar lo contento que se sentía bajo el efecto de la cocaína (consciente o inconscientemente), sin darse cuenta de la temporalidad del efecto euforizante y los posteriores y casi inmediatos síntomas depresivos… euforia que dura pocos minutos versus depresión que se dispara durante varias horas o días.
El hábito del consumo de cocaína es una adicción, que a medio y largo plazo acaba siendo un castigo y una carga para el consumidor adicto y su entorno… en definitiva una lacra. La cocaína es como un ácido que destruye a la persona adicta, su salud, su libertad, su economía, su entorno, su capacidad de reacción y especialmente su dignidad… Lo mejor es dejar la cocaína definitivamente.
Si usted es un consumidor habitual o eventual de cocaína y quiere dejarla para siempre, tiene que entender que el consumo de cocaína, aunque sea esporádico, es un problema, una enfermedad y debe intentar de forma persistente (más que constante) dejar aparcado dicho hábito de consumo.
Existen diferentes centros de desintoxicación de cocaína donde le ayudarán a combatir esta enfermedad. En nuestros centros le ayudaremos física y psíquicamente a luchar con técnicas propias probadas después de 20 años de investigación. En los centros y clínicas de desintoxicación de cocaína HPsis las posibilidades de recuperación son mayores que si lo intenta por solitario, pero recuerde que también es posible sin nuestra ayuda, con fuerzas y ganas de vivir mejor.
Si hemos habituado el cuerpo al consumo de cocaína, este se quejará si se interrumpe su consumo, pero la recompensa vale la pena: una vida libre de drogas… una vida con felicidad y energía.
¡Sí que puede!… ¡dejar la cocaína es posible!, lo difícil es tener valor para dejarla.