¿Qué se les informa a los niños acerca de las drogas?... desafortunadamente las modas que prosperan en nuestra cultura influyen notoriamente desnaturalizando los valores vigentes en la sociedad actual. Hoy, los niños viven rodeados de mensajes sutiles y explícitos sobre lo "bueno" que resulta el consumo de alcohol, de tabaco y de otras drogas como la cocaína.
Sus hijos pueden ver personajes de televisión que viven en la opulencia y el esplendor gracias al dinero obtenido mediante el tráfico de drogas, ver a sus estrellas favoritas fumando tabaco o alguna droga ilegal en sus películas, navegando en internet pueden llegar a un sitio web en el que se pregona la urgencia de legalizar la marihuana o escuchar canciones que describen lo excitante que es mantener relaciones sexuales mientras se está consumiendo cocaína… Ustedes como padres deben de cuidar estos mensajes que reciben.
Para combatir estas impresiones, es imprescindible poner el televisor y el ordenador en un área que pueda compartir toda la familia, de modo que los adultos puedan observar lo que ven los niños y adolescentes.
Es aconsejable estar con sus hijos el mayor tiempo posible, no sólo un momento al volver de trabajar, sino estar con ellos cuando miran televisión, explorar juntos internet, etc., para hacerse una idea de lo que les gusta.
Cualquier punto que sea perturbador puede convertirse en un "momento de enseñanza". Es un momento ideal para establecer pautas con relación a los espectáculos televisivos, películas y sitios en la web que considere apropiados para los menores. También es útil aclarar a los niños que el mundo no es un lugar tan sombrío como aparece en las noticias, que normalmente se concentran fuertemente en los problemas de la sociedad por atraer audiencia.
De la misma manera, es necesario tener en cuenta cuáles son los CDs y las emisoras de radio que prefieren sus hijos, dado que muchas de las canciones que escuchan inducen a que el consumo de drogas es incitante y libre de consecuencias, debiéndose combatir esta impresión oponiéndole una propia y clara posición contraria.
Según una encuesta reciente, la mayoría de los adolescentes considera que escuchar música es su actividad no escolar favorita y le dedican de tres a cuatro horas diarias.