Reincorporación al núcleo familiar y social
A nuestro modo de ver, la reincorporación requiere, fundamentalmente, compromiso, implicación y tiempo, ya que es un proceso sumamente delicado por el número de variables a las que atiende. Compromiso, implicación y tiempo son tres aspectos de la intervención terapéutica, que ofrecen la posibilidad de validar y reconocer a cada paciente.
El camino que lleva a un paciente adicto a la cocaína hacia la inclusión social, lo que llamamos reincorporación o reinserción, ha de ser un proceso de personalización, ya que tiene que contrarrestar un proceso inverso de despersonalización. La exclusión social que se inicia desde el principio del consumo de cocaína y otras drogas, conlleva un proceso de despersonalización, la persona que se adentra en el consumo de cocaína deja de ser protagonista de su historia, de su vida… deja de pertenecer al grupo de los adaptados que forman la sociedad, la misma que, a partir de entonces, lo excluirá.
La experiencia clínica de nuestro equipo de trabajo nos ha demostrado que es muy importante la implicación del equipo de desintoxicación de cocaína, para poder llevar adelante dicho proceso de personalización. Entendemos que, implicarse es ocuparse de lo que pasa al otro lado, implicarse es escuchar su historia y sus experiencias, a través de las palabras y del relato, pero también, de lo que dice con sus silencios y con sus gestos.
Implicarse es validar su historia intentando no volver a juzgar para, desde ahí, construir otra historia distinta, que le permita adaptarse a la vida en sociedad, al nuevo núcleo familiar y social.
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